Aunque Francia forma parte de la zona templada, con calores en verano. La influencia del Mediterráneo se manifiesta por inviernos suaves y cortos y por veranos tórridos.
Durante todo el año, Francia disfruta de temperaturas clementes: ni demasiado frías, ni demasiado calientes. Son habituales también las precipitaciones abundantes y una insolación generosa. Cada región tiene, por supuesto, sus particularidades climáticas: más frescas y húmedas al norte y al oeste; más cálidas y secas alrededor del Mediterráneo.
En invierno, las nevadas en los macizos montañosos son la alegría de los amantes de los deportes de invierno. En las llanuras, la nieve es más escasa y cae esencialmente al norte del Loira. Y muy raramente en París.
En primavera, el termómetro supera pronto los 20° en el sur. En Niza o Cannes aparecen los primeros bañistas. Y a partir de mayo, todo el país va en camiseta. Los días se alargan, llega el momento de las primeras escapadas al campo y los aperitivos en las terrazas.
El verano es cálido y tranquilo. El sol brilla en todo el país. Hay para todos los gustos: a menudo Ajaccio o Marsella alcanzan los 30 °C y Brest o Deauville se mantienen sobre los 25 °C. Se broncean las pieles y se llenan las playas. Llega el momento de las grandes excursiones a la montaña y los paseos para descubrir las regiones de Francia.
En otoño regresa la lluvia, y el tiempo se vuelve más fresco a medida que se acerca la Navidad. En todo el país los árboles enarbolan nuevos colores. Los paseantes salen un poco más abrigados y se acortan los días.
La disposición del relieve acentúa los contrastes de temperaturas, ya que los macizos montañosos impiden la influencia del océano en las llanuras del E. En verano las temperaturas aumentan sensiblemente de N. a S.; todas las regiones del NO. Disfrutan de un verano moderado sin calores excesivos, que contrasta con los veranos cálidos del S. y región mediterránea (la temperatura media de julio en Brest es de 16,6º y en Marsella de 24,1º). En invierno las temperaturas disminuyeron de O. a E., lo que traduce la influencia de las masas oceánicas; en las regiones más continentales el frío es fuerte y persistente. Estrasburgo tiene una temperatura media en enero de 1,6º y unos 69 días de heladas. En las regiones orientales la existencia de un relieve en canales (surco del Ródano) canaliza los vientos en dirección NS; el mistral seco y frío que sopla en el valle del Ródano, es el más importante. Las precipitaciones tienen un carácter moderado, pero son raras las regiones donde las lluvias son inferiores a 500 mm. La pluviosidad es abundante en la fachada atlántica y en las áreas montañosas, y escasa en las llanuras del interior, en las regiones abrigadas por el relieve y en el área mediterránea (Marsella, 555 mm). En las regiones continentales las lluvias caen principalmente en verano y en forma de chubascos; en las regiones mediterráneas las precipitaciones, irregulares y violentas, se producen al principio y fin del invierno. En conjunto el clima de Francia se caracteriza por un tiempo inestable, resultado de la lucha de las masas de aire que se extienen sobre el país. En invierno el aire frío, continental y seco, es empujado por los vientos del E. Contrarrestadas por las depresiones atlánticas que afluyen sobre el país y dulvifican el clima; en verano la invasión del aire tropical es limitada por los vientos del O.
Se pueden distinguir tres áreas climáticas características: la del dominido oceánico, la de dominio mediterráneo y la continental. La zona sometida a las influencias oceánicas es la más extensa y cubre la mayor parte del país, aunque el clima oceánico puro existe solamente en Bretaña y Normandía. Se caracteriza por un tiempo inestable, ya que los vientos modifican rápidamente el estado atmosférico, y por temperaturas no excesivas; las brumas y las lluvias atenúan el frío invernal. Lluvias abundantes, aunque varían según la región; el número de días pluviosos es siempre elevado: 2 días sobre 5 en París (813 mm) y 3 sobre 5 en Brest (1298 mm), que tiene más de 200 días de lluvia al año. El crachin, lluvia fina y penetrante, cae en Bretaña, principalmente en otoño e invierno. El bosque de robles y hayas y los prados y landas se mezclan con otras especies, como pinos y abedules. En Bretaña la roturación ha extendido el bocage y las landas en detrimento del bosque. Los veranos demasiado frescos excluyen el cultivo de la vid, pero los cereales secundarios, los manzanos, plantas forrajeras y hortalizas se acomodan a este clima. En la cuenca de Aquitania los inviernos desapacibles, suaves y brumosos recuerdan los inviernos bretones (Burdeos recibe 1137 mm anuales). Los aguaceros y chaparrones emborronan las primaveras tardías y frescas; el verano, en cambio, más cálido y seco, se prolonga con un otoño soleado.
En la Cuenca de París el clima oceánico se halla degradado de O a E. El invierno, mucho más acentuado, está marcado por periodos de frío, nevadas y bruscas heladas; el verano es más cálido y se caracteriza por lluvias borrascosas de carácter continental. La temperatura media de enero en París es de 2,2º y en julio de 18,2º. El dominio mediterráneo se caracteriza por clima seco y cielo luminoso; su área es poco extensa, ya que se halla limitada por el cuadro montañoso de los Alpes y de las Cevenas. La latitud y la influencia del Mediterráneo dan lugar a inviernos suaves y veranos tórridos; en Marsella la temperatura de enero es de 7,1º y en Niza de 8º, y la media de julio de 24,1º y 20,9º, respectivamente. El clima continental comprende las tierras orientales del país; llanuras y grandes valles abrigados por los macizos montañosos, ya que no se benefician de la influencia de los vientos del O. Se caracteriza por las estaciones acusadas, con inviernos crudos y más secos, y la presencia de los vientos locales acentúa estos caracteres. Las precipitaciones menos abundantes e irregulares caen principalmente en verano, sobre todo en Alsacia (Estrasburgo, 631 mm), y en otoño, que en el valle del Ródano. El clima de montaña viene determinado por el factor principal, que es la altitud. Se caracteriza por inviernos largos y crudos, veranos frescos y cortos y precipitaciones abundantes (entre 1500 y 2000 mm). A las praderas y cultivos de las bajas pendientes sucede el bosque frondoso y el de coníferas; entre los 1500 m y 2000 m aparece la pradera alpina.
Medio Ambiente
Conforme a la normativa de la Unión Europea, el territorio de este país se reparte en cuatro regiones biogeográficas: mediterránea, continental, atlántica y, en la parte francesa de los Alpes, alpina. Destacan en su patrimonio natural tres sitios patrimonio de la Humanidad declarados por la Unesco: comparte con España el bien mixto "Pirineos –Monte Perdido" (1997, 1999); bienes naturales son "Golfo de Porto, cala de Piana, golfo de Girolata y reserva de Scandola" (1983) y las "Lagunas de Nueva Caledonia: diversidad de los arrecifes y ecosistemas conexos" (2008), en el territorio de Ultramar. Cuenta con 10 reservas de la biosfera, entre ellas la transfronteriza, compartida con Alemania, de Vosgues du Nord/Pfälzerwald. 3,314.275 hectáreas están protegidas como humedales de importancia internacional al amparo del Convenio de Ramsar, en total, 36 sitios Ramsar. Tiene cinco parques nacionales: Ecrins, Mercantour, Port Cros, Pyrénées Occidentales y Vanoise.
Los riesgos naturales son, en la Francia metropolitana, son las inundaciones, avalanchas, tormentas de viento en mitad del invierno, sequías, incendios forestales en el sur cerca del Mediterráneo. En los departamentos de ultramar puede haber huracanes (ciclones), inundaciones y actividad volcánica en lugares como Guadalupe, la Martinica y la isla de Reunión.
En cuanto a los problemas medioambientales, hay cierto daño en los bosques derivado de la lluvia ácida; la contaminación atmosférica a partir de emisiones industriales y de la circulación de vehículos; la contaminación de las aguas provienen de desechos urbanos y de las granjas.
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